martes, 24 de mayo de 2011

"Viejbook"

Cuando sientas dudas de los pasos que pudiste haber dado en algún momento de tu vida, entra en Facebook y busca (si aún lo recuerdas, claro), el nombre y el apellido de aquel o aquella con quien tuviste algo más que una aventura. Una antigua pareja, bah.
Una imagen vale más que mil palabras, dicen. Y en ciertos casos más que mil. Tal vez no despeje todas las dudas, pero algunas, ni lo dudes. Es un ejercicio de boyeurismo más, de los millones que se hacen a diario, con la excusa de mirar las "noticias" en internet. En este caso las "noticias", pueden ser dos: "de lo que me salvé", o "lo que me perdí".
Cuántas noches te habrá desvelado la idea de lo que hubiese sido tu existencia de haber dicho un "si", un "no", o nada. Cómo hubiese sido el camino con tantas posibilidades, y tan variadas opciones bifurcándose segundo a segundo. Imposible de imaginar. Cuál paso llevaba a la felicidad. O la muerte. O las dos cosas.
Hay quien dice que preferiría un instante de felicidad a una larga vida de amargura. En lo particular elijo una larga vida aunque no haya mucho de lo uno ni de lo otro. Que después de todo es lo usual. Pero esto ya es terreno de la filosofía...a mí me interesa el fenómeno de Facebook: Es la enciclopedia de populares desconocidos, como yo, contando sus éxitos y sus vergüenzas. Un caleidoscopio en donde exponemos partes de nuestras miserias con la frívola esperanza de encontrar, o ser encontrados, otras almas igualmente de desesperadas. O no.
Amores antiguos. Tan antiguos que ya no son amores sino fantasmas melancólicos de besos perdidos y caricias ajadas. Un cariño que se ha convertido en una foto amarillenta pegada en la lápida de sueños fallidos. Pero también hay milagros, cómo no.
Qué seríamos sin milagros. Y el milagro, a menudo, por fortuna, es hallar amor. Sin cursilerías. También para eso está la red, toda una fuente en la cual refrescarnos de décadas de escepticismos. Aunque se vuelva, por momentos, en un océano de utopías y egocentrismo. Una exagerada, y a veces patética, ilusión de haber vencido, al fin, a la vejez, la ausencia y la soledad.
Es un púlpito, un escaño, un escenario, un plató, una plaza y hasta una cama. Las palabras pueden ir de agudas a esdrújulas en un abrir y cerrar de ojos. Evocar paisajes geográficos, espaciales, moleculares, espirituales, o simplemente humanos. Íntimos.
Pero en eso de buscar amistades (y otros tipos de relaciones) las sorpresas pueden ser mayúsculas. Casi nadie es el que era. Y menos aún el que soñaba ser. ¡Ah, la realidad! Esa maldita. La perversa e implacable. Es cierto que muchos se esmeran en poner la mejor foto a su perfil. No, no va a poner, por supuesto, la de un lunes por la mañana con las ojeras de la resaca de la noche anterior, y los pelos enmarañados del revolcón consiguiente. Además, ¿quién se animaría a sacarte una foto en ese estado?
Tampoco es simpática, aunque sea honesta, una imagen que evidencie los estragos del tiempo: arrugas, bolsas bajo los ojos, calvicie decorada con canas -en donde queda pelo, claro-. En estos casos mejor poner la foto de un cachorro, en lo posible no humano; un perrito o un gato. Por lo menos sugiere ternura. Y si es lo que andas buscando, ni pensarlo: ¡un bicho! Y si te encuentra un amante arcaico, que piense que te has muerto y has reencarnado. Un bicho siempre es mejor que uno mismo, si uno se siente un bicho.
Otro ítem a tener en cuenta es la "actividad". Si apuntabas para médico y tu carrera se truncó de forma prematura, no vas a poner "taxista" -con todos mis respetos a dicho trabajo-. A menos que quieras publicitar tu servicio de 24 horas. Todos los oficios son dignos, si se ejercen con dignidad, hasta el "oficio" de político, que también hay gente honorable, claro. Como entre los ladrones. Pero volviendo a la red, una cosa es comentar como te ganás la vida y otra, muy otra, andar contando miserias. ¡Eh! Que ser repositor en una cadena de supermercados no es nada vergonzoso, aunque tengas cincuenta y todos los que te conocían desde los veinte pensaban que eras gerente de una sucursal del Citibank. Pero para todo hay alternativas, veamos: "supervisor general de mercaderías perecederas de multinacional alimenticia" ¿Qué tal? Que es casi lo mismo que "repositor en el supermercado Día". O también "controlador de material altamente contaminante re direccionado a zonas protegidas", o sea "basurero". No mientes y te da cierto status.
Para los jóvenes la cosa es muchísimo más sencilla: cuánto más desarrapados y aspecto abandónico, mejor. Los "mayorcitos" cuánto más nos esmeramos en corregir nuestra imagen, más sospechosos. ¡Y el lenguaje! Si pretendemos estar a la moda y escribimos tonterías enlazadas a un "me gusta", por ejemplo, casi siempre quedamos descolgados, o colgados, como paracaidistas. Si por el contrario damos cuenta -con más o menos altanería- de nuestra experiencia de vida, aunque sea de un modo afectuoso, casi paternalista; veremos cómo desciende nuestro caudal de "amigos".
Por eso se me ocurrió hacer un "Viejbook", solo para mayores de ¿cincuenta? Luego me arrepentí al pensar cómo sería:
Hombres.
Comentario 1: "Hoy me hicieron el estudio de la próstata".
Cinco o seis "me gusta".
Comentario 2 irónico: "¿Y? ¿Te gustó, eh?
Otros seis o siete "me gusta".
Mujeres.
Comentario 1: Me parece que estoy "menopáusica".
Comentario 2: "Embarazada no vas a quedar, já".
Tres "me gusta".
Comentario/respuesta 3: ¿Embarazada? ¿De quién? ¿Del Espíritu Santo?
Varios "me gusta", y pulgares hacia arriba.
Y esto siendo optimista, porque pueden ser peores:
Comentario 1: ¿Te acordás de fulano?
Comentario 2: ¡Sí!
Comentario 3: Se murió...
Un "me gusta" de alguien que también lo conocía bastante, o cliqueó de vicio. O presbicia.
Problema extra de los "maduritos". Nuestra falta de dominio de las nuevas tecnologías.
Casi siempre cliqueamos cualquier cosa. ¿Y esto? ¿Por qué me "sale" esto?
El "Viejbook" tendría que tener un diseño especial. Para viejos. Imprescindible cartelitos XXL, y que se abran a la quinta vez que los pulsamos, y aún así, tiene que salir un cartel más grande que nos pregunte claramente "¿Está bien seguro que "esto" le gusta? También deberían agregarles cartelitos de salud:
"Homeopatía", "Cardiología" -para casos de urgencia-, "Traumatología" -por si no puedes levantarte de la silla-.
No sería muy divertido, pero nos levantaría el ánimo saber que hay casos peores que el nuestro. Y además, quizá, algunos estaríamos entre los más jóvenes.
Por lo menos al principio.

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