domingo, 1 de mayo de 2011

Entre fantasmas

Sí; suena como aquella serie de televisión americana, que todavía no sé por qué siempre les pasa de todo. los eligen siempre a los yanquis. Desde siempre. Los alienígenas, los zombies, los fantasmas, ¡los terroristas! Todos. Hasta los mejicanos.
En mi caso son fantasmas variopintos pero conocidos. Es decir, no es que hay un espíritu por ahí buscando un alma sensible y ¡saz! habla conmigo. No, no, son todos conocidos. Por lo general parientes y amigos de otra época. Me despierto a veces sobresaltado en la profundidad de la noche oyendo, por ejemplo, los comentarios absurdos de un ya fallecido tío lejano. Aunque en parte sus palabras se relacionan con asuntos actuales de los que él no debería tener ni puta idea. Lo único es que a mí no me pasa como a la "medium" de la otra serie, también americana, cuándo no. En mi casa no se entera nadie. Nadie se despierta. Duermen tan tranquilos. Ni siquiera se los comento por la mañana ¿para qué? seguro me dirán que no coma tal o cual cosa por la noche. O que deje de fumar. Que si no es el motivo de mis pesadillas, no importa. Me va a hacer muy bien de todos modos.
En ocasiones los fantasmas son de gente viva. Y esto sí que me desvela bastante. El gerente del banco, el vecino de enfrente, el de arriba, el propietario del trastero...Pero el peor de todos, el fantasma de los fantasmas es: mi propio fantasma veinticinco años más jóven. Es el más cargoso, una verdadera catarata de reproches, otra que mi esposa! Para contrarrestar su mal rollo, el de mi fantasma, me inventé otro: soy yo pero veinticinco años más viejo. No me costó ponerle rostro, pero sin exagerar para no deprimirme. Así que muchas noches me entretengo viéndolos discutir pavadas y me evito una confrontación directa. Que para eso ya tengo el día, con mi mujer. No pierdo las esperanzas de ver hecho realidad eso del clon humano. Esa sería una gran solución. Seguro que mi mujer entonces va a hacer un clon de ella para ponerlo enfrente del mío. Esto acabo de darme cuenta ahora. No lo había pensado ¡joder! Lo que acarrearía un ruido y una confusión mayor de lo común. Si le hago un feo a su clon por ahí no es el clon y me ligo un sopapo ¿Y si mi clon se pasa de listo? Esto también lo vi en una peli...americana. Le pasaba a Schwarzenegger, un lío tremendo. Y a Homer Simpson, en un capítulo en el que se duplicaba muchas veces.
Lo cual me lleva al comienzo: a los yanquis siempre les pasa de todo. Siempre.

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